Si se analiza detenidamente la anterior tabla, es curioso comprobar como ha podido cambiar el panorama catalán en dos años.
Lo primero que resalta es el desplome de CiU, que se hunde en casi la quinta parte de sus escaños. Además de los injustos y antisociales recortes (se mantenían embajadas y se cerraban hospitales) y las últimas noticias sobre escándalos financieros del nacionalismo catalán, si juegas a radical, la gente prefiere los auténticos a los sucedáneos…
…que es aprovechado por Esquerra Republicana que aumenta sus escaños una cuarta parte.
Se dice que el PSC se ha desplomado y tampoco yo emplearía esta palabra, ya que ha disminuido un 10 %, que es un porcentaje importante, pero tampoco una gran desafección de voto. No obstante, su descenso a todos los niveles debería hacer reflexionar al PSOE sobre su futuro a largo plazo.
El Partido Popular se mantiene más o menos. Contrasta con su descenso generalizado en toda España a consecuencia de impopulares recortes. Esto significa que se le votado como una opción no independentista.
ICV aumenta en casi la tercera parte. Importante subida en la línea de la tendencia ascendente de Izquierda Unida.
Pero lo que supone una puta barbaridad, como diría Pep Guardiola, es la brutal subida de Ciudadanos-Ciutadans, nada menos que ¡triplica sus escaños! Dos factores han contribuido a esta espectacular subida. La primera es su carácter claro de formación no independentista y de respeto a la legalidad constitucional y la segunda es haber sido el único partido crítico con las noticias sobre corrupción del nacionalismo catalán.
Las conclusiones que se pueden sacar de todo esto son las siguientes:
1.- La fragmentación del electorado catalán, que no ha de significar necesariamente una muestra de pluralidad (no digo que no lo sea, sino que lo tenga que ser obligatoriamente), ya que algunas formaciones han explotado posturas radicales para captar votos.
2.- Más de dos terceras partes de la cámara son pro independendentistas.
3.- No podemos ignorar la movilidad de votos y el interés de los votantes catalanes en estas elecciones, lo que indica el dinamismo político de la sociedad catalana.
No obstante, el panorama que se abre para Cataluña a partir de ahora es sumamente incierto, ya que:
1.- La mayor parte de los catalanes son independentistas, pero no es una aplastante mayoría, y los no independentistas son una enorme parte de la población. De no acercar posiciones, la sociedad catalana terminará siendo desestructurada.
2.- A más corto plazo, la gobernabilidad de Cataluña va a tener caracteres complejos. Por un lado, la alianza con ERC, coincidente en el desafío independentista, exigiría la convocatoria inmediata de un refrendum y la eliminación de los recortes. No obstante, el PSC también sondeará a CiU, antes de emitir su voto.
3.- El empresariado catalán no parece muy dispuesto, en su gran mayoría, en seguir la deriva independentista y ya ha mostrado su preocupación por una posible alianza de Ciu con ERC.
4.- La deuda de Cataluña es gigantesca y constituye la tercera parte de la deuda autonómica española.
5.- A nivel económico y de Derecho Internacional, la independencia de Cataluña traería consigo su ruina económica y la separación de la Unión Europea.
6.- La independencia de Cataluña no es bien vista por países que han tenido problemas por el independentismo, normalmente violentos, como es el caso de Rusia.
7.- Quedan de dilucidar muchos aspectos oscuros sobre presuntas tramas y corruptelas del nacionalismo catalán, que hoy día son noticia, y que su resolución judicial o su investigación periodística no contribuirá precisamente a calmar los ánimos.
8.- Sigue habiendo una corriente crítica, dentro y fuera del independentismo catalán, debido a gastos innecesarios, mientras a los ciudadanos se les asfixia con recortes. Hoy día, esta corriente es muy minoritaria, pero es muy posible su futuro crecimiento debido a la información a través de Internet y los medios de comunicación, así como a la indignación ciudadana, incrementada por la crisis económica.
Jaime Arroyo
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