La corrupción de la clase política española ya es insostenible



Goya - Mucho hay que chupar

Si a los problemas de la crisis económica y el independentismo ridículo, añadimos el de la corrupción, no es difícil concluir que la situación en España es para echarse llorar... o salir corriendo. Todos estos problemas se reducen a uno: la existencia de una casta política parasitaria, que en un grave contexto como el que vivimos, se niega a que se toque lo más mínimo su forma de vida y su modus operandi.

La historia nunca se repite, pero hay momentos de la misma en los que es imposible no realizar comparaciones. El drama español de la primera mitad del siglo XIX, guerra, hambre y desolación, se debió en gran parte, a que en un contexto difícil, España hubiera necesitado un dirigente valiente, noble, culto y con cariño a su pueblo. Y en vez de eso tuvo al execrable Fernando VII, cobarde, egoísta, inculto y vil con su pueblo. En estos momentos, salvando el contexto histórico, es lo que está sufriendo el pueblo español, tener unos políticos, que siempre por supuesto con excepciones, son cobardes, egoístas, incultos y antisociales.

España se haya carcomida por la corrupción, que se haya extendida por todas las instituciones del Estado. Desde Cataluña, con su institución del 3% o 4% de "mordida", con sombras que se extienden sobre la familia Pujol, hasta Andalucía, con su trama de los ERE. Desde el PSOE, con la Fundación Ideas, y el Caso Campeón, hasta el PP, con la trama Gürtel y el reciente caso del tesorero Bárcenas. Y todo esto, sin entrar en los numerosos caso de corrupción en ayuntamientos, diputaciones y empresas y fundaciones opacas. Y la judicatura, y la Corona... Esto es insostenible.

Y aquí no dimite nadie y nadie asume responsabilidades, a pesar de que se confirmen sospechas: Luis Bárcenas blanqueó 10 millones con la amnistía fiscal de Rajoy. Otra razón más para que dimita el nefasto ministro Montoro.  

Frente a toda esta podredumbre, nos tratan como si los ciudadanos fuéramos auténticos imbéciles. Son "montajes", "falsedades", "acusaciones sin fundamento", ¿no va a ser ninguna cierta? ¿a quién pretenden engañar?. Cospedal reta a 'El Mundo': "Que enseñen los recibos" (¿existen "recibos" de robos?) y Rajoy dice que no le temblará la mano (con quien no le ha temblado ha sido con pensionistas, funcionarios, dependientes y ciudadanos). 

Sí, y todavía tienen la caradura, yo la llamaría indignidad, de pedirnos sacrificios, porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. ¿No será que ellos han trincado por encima de las nuestras?.

La imagen de España se hunde en el más grave descrédito y poco a poco nos vamos hundiendo en un lodazal cada día más profundo.

Frente a esto, dentro del ámbito democrático, sólo hay dos posibles soluciones. Un movimiento de regeneración dentro de los partidos; difícil, ya que su funcionamiento suele tener poco de democrático y mucho de clientelar y caciquil. Un movimiento ciudadano de regeneración democrática; difícil, debido por la escasa fuerza de la sociedad civil independiente, por la intensa politización de la vida pública española.

En todo caso, dada la situación esto es imposible de mantener durante mucho tiempo. España sólo tiene dos opciones: hundirse o regenerarse. De nosotros depende, porque no pensemos que van a arreglar la situación los que precisamente la han creado. 

Jaime Arroyo

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