Abjasia, precaria economía sin reconocimiento internacional


Abjasia es una república independiente de hecho desde 1992, con escaso reconocimiento internacional. Se halla situada en el Caúcaso y con costas en el Mar Negro. Su capital es Sujumi.

Georgia la considera parte de su país, como república autónoma, como la mayor parte de la comunidad internacional, mientras que Rusia, Nicaragua y Venezuela la consideran un estado independiente, al que han reconocido.


Abjasia

Abjasia, en las orillas del Mar Negro y protegida de los vientos fríos boreales por la barrera del Caúcaso, posee un agradable clima templado subtropical, lo que incide de forma positiva en la potencialidad de las actividades turísticas y agrícolas.

Mapa de Abjasia, Georgia y Osetia del Sur
Mapa de Abjasia, Georgia y Osetia del Sur

La agricultura es la principal actividad económica de Abjasia, con producción de tabaco, té, uva y cítricos. La industria se basa principalmente en la carne y en la madera. El turismo es importante en tiempos de paz. Actualmente la economía del país está en una difícil situación, debido al embargo internacional, sólo quebrantado por la Federación Rusa. El PIB de Abjasia ha caído un 80% - 90% en los últimos quince años, y la tasa de desempleo alcanza el 90%. La moneda utilizada es el rublo ruso, el dólar estadounidense puede ser cambiado en algunos bancos. El lari, moneda de Georgia, está prohibida.

En Abjasia, se habla el idioma abjasio,  lengua perteneciente a la familia caucásica. Tras algunas experiencias para escribir con caracteres latinos o georgianos, desde 1954 sólo utiliza el alfabeto cirílico con algunos signos complementarios. Otras lenguas habladas son el georgiano y el mingreliano (idioma hablado al sur de Abjasia). La población de origen armenio habla en armenio.

La demografía de Abjasia cambió drásticamente por la guerra. Antes de la misma, de 500.000 habitantes, un 48% eran georgianos (principalmente mingrelianos, de Mingrelia, región al sur y que forma parte de Georgia) y sólo un 17% eran abjasos, casi la mitad de estos últimos musulmanes suníes y la otra mitad, cristianos ortodoxos. Tras la guerra, la población ha disminuido a 200.000 habitantes. Debido a este declive demográfico, el gobierno de Abjasia promueve la repatriación de mujayires, es decir, abjasos que habían sido exiliados principalmente a Turquía, tras la invasión rusa en el siglo XIX.

La mayoría de los habitantes de Abjasia son nominalmente cristianos ortodoxos, pertenecientes a la Iglesia Ortodoxa y una pequeña parte a la Iglesia Apostólica Armenia, se estima que un 60 %. También hay musulmanes suníes (un 16 %) o irreligiosos, pero la mayoría de las personas que se declaran cristianos o musulmanes no asisten a los servicios religiosos. Existe libertad religiosa.

Bandera de Abjasia
Bandera de Abjasia

La jefatura de Estado de Abjasia corresponde al Presidente de la República, cargo ostentado actualmente por  Alexander Ankvab. El Poder Legislativo es ejercido por la Asamblea del Pueblo, compuesta de 35 miembros, uno por cada circunscripción electoral.

Las Fuerzas Armadas de Abjasia están representadas por la Guardia Nacional, de 5.000 miembros, etnicamente abjasos, pudiendo alcanzar los 50.000 con los reservistas. Rusia tiene actualmente unos 1.600 soldados en Abjasia.


Historia de Abjasia

Los primeros pobladores del territorio de Abjasia se remontan al IV milenio a. C. Estas primeras tribus de origen ario, conocidas como proto-kartvelianos, habrían llegado a la región durante el Neolítico, asentándose en las costas del mar Negro (los kartvelianos habrían sido los primeros habitantes estables en la zona de Georgia). Desde el II milenio a. C., Abjasia fue azotada por invasiones de pueblos de las estepas de Asia Central, como los hititas, celtas, medos y persas.

Entre los siglos IX y VI antes de Cristo, fue instaurado el Reino de Cólquida, recibiendo Abjasia un gran número de inmigrantes griegos. Tras los infructuosos intentos de invasión por el Imperio Persa, el Imperio de Macedonia de Alejandro Magno ejerció una importante influencia sobre la zona del Cáucaso, pero nunca fue incorporada al mismo. En ese tiempo, floreció en el territorio la cultura helenística en en el territorio abjasio llegando, incluso, a considerarse idioma oficial al griego.

Al caer el Imperio Helenístico de Alejandro, sobrevino un largo periodo de caos y confusión, con alianzas y guerras entre la Cólquida, el Ponto y el reino de Armenia, con el Imperio Romano como invasor y telón de fondo.

El devastado reino de Cólquida, bajo la dominación romana, fue convertido en la provincia de Lázica. En estos tiempos se profundizó en la helenización. La zona se convirtió al cristianismo en el siglo III. Formó después parte del Imperio Bizantino.

En el siglo VII, las invasiones árabes del Califato Omeya provocaron la inmigración de los georgianos a Abjasia. Lazica resistió y en el año 767 expulsó a las tropas bizantinas establecidas y proclamó la independencia del Reino de Egrisi-Abjasia.

En el siglo XI, la mayor parte del Reino de Georgia fue conquistada y devastada por los turcos selyúcidas. Sólo Abjasia se mantuvo libre de la invasión y sirvió como refugio a los georgianos que huían de la catástrofe. Durante la Primera Cruzada y usando a Abjasia como su centro de operaciones, el rey David el Restaurador logró recuperar parte de Georgia, hasta que finalmente derrotó a los turcos selyúcidas en el año 1121. Sin embargo, esta edad dorado del Reino de Georgia acabó con las invasiones de los mongoles en el siglo XIII.

En el siglo XV, durante el dominio mongol, el reino de Georgia se parte en varios estados. Uno de ellos fue el reino de Imereti, que comprendía entre otras zonas el territorio de la actual Abjasia,que se convertiría en territorio de guerra entre Georgia, Persia, Rusia y el Imperio otomano. En el siglo XVI, los turcos otomanos entran en la región y se establece un principado vasallo en Abjasia. A pesar de los intentos de islamización, el cristianismo predominó, en parte gracias a la influencia rusa.

Después de dominar el territorio circundante, el Imperio ruso anexionó Abjasia en 1810, aunque tardaría varios años en someterlo. Sin embargo, no controló completamente el territorio hasta 1842, y sólo logró someterlo en 1865, cuando acabó con el Principado de Abjasia.

La dominación rusa fue rechazada por la población local por la persecución religiosa hacia los musulmanes y la utilización de Abjasia como base para atacar a los circasianos, pueblo emparentado con los abjasios (actualmente en territorio ruso). Hubo un éxodo de musulmanes hacia el Imperio Otomano, al tiempo que se producía una inmigración de georgianos, armenios y rusos.

Tras la Revolución rusa y la creación de la Unión Soviética, los bolcheviques prometieron autonomía al pueblo de Abjasia. En el año 1931, bajo el mandato de Stalin, Abjasia se convierte en la República Autónoma de Abjazia, dentro de la República Socialista Soviética de Georgia. Pero la autonomía no tuvo existencia real; es más, se hizo una fuerte campaña de georgización de Abjasia. Muerto Stalin y ejecutado Lavrenty Beria, ambos georgianos, Abjasia obtuvo su autonomía.

En 1991 se produce el colapso de la Unión Soviética, la antigua República Socialista Soviética de Georgia se convierte en un estado independiente y Abjasia fue integrada en este nuevo estado. Tras el derrocamiento del primer gobierno de Zviad Gamsakhurdia, el de Eduard Shevardnadze, antiguo Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Soviética, sube al poder. Shevardnadze no era nacionalista, pero el gobierno estaba formado por políticos que sí lo eran y que tenían mucho poder e influencia, por lo que debió actuar bajo sus criterios para evitar una caída de su recién asumido gobierno.

En 1992 queda abolida la constitución soviética de Georgia, y se reinstaura la de la antigua República de Georgia de 1921. Para los abjasios, esto significaba la anulación de su autonomía, por lo que declararán la independencia el 23 de julio de 1992. Aprovechando este estado de cosas, muchos partidarios de Gamsakhurdia (denominados zviadistas) se refugiaron en Abjasia. Con el pretexto de que los zviadistas habían secuestrado al Ministro del Interior de Georgia y lo mantenían cautivo en Abjasia, el gobierno de Tiflis envió a más de 3.000 militares hacia la provincia rebelde para restaurar el orden. Abjasia lo consideraría una agresión. El 14 de agosto empezaba la Guerra de Abjasia. 


La Guerra de Abjasia

Empezó con fuertes combates el 14 de agosto con choques entre el ejército georgiano y las milicias abjasias en las cercanías de Sujumi, pero estas no pudieron evitar que el día 18 el ejército georgiano entrara en la capital, con control de gran parte del territorio. El gobierno abjasio huyó de Abjasia a Gudauta. Tras esta derrota  se forma una confederación de pueblos montañeses del Caúcaso (CPMC), agrupación militar de diferentes pueblos de la zona, como osetios, cosacos, chechenos (entre ellos el exmilitar ruso checheno Shamil Basáyev que lucharía contra Rusia), que se sumaron a la causa separatista abjasa. Aunque el 3 de septiembre se negoció en Moscú un plan de cese de hostilidades, durante los primeros días de octubre Gagra fue atacada por los abjasios y las tropas de la CPMC. Después de su victoria muchos georgianos fueron asesinados, mientras otros huyeron de la ciudad o fueron evacuados por la marina rusa.

El 11 de marzo de 1993 se produce un conflicto internacional, al derribar tropas georgianas un avión militar ruso sobrevolando territorio abjaso. Rusia se había declarado neutral, pero existían sospechas y acusaciones de ayuda a los rebeldes separatistas, al haber sido capturados militares rusos entre ellos.

Por parte de los paramilitares rebeldes y de los abjasios comenzó un genocidio étnico contra los georgianos en los territorios controlados por el Ejército, estimándose en más de 6.000 muertos.

Tras un alto el fuego el 27 de julio de 1993, que duró dos meses, se reanudaron los combates. El Presidente de Georgia, Shevardnadze viajó a Sujumi, iniciando las tropas secesionistas un ataque contra la ciudad, incendiando el hotel donde estaba alojado, del que se salvó casi milagrosamente, huyendo de la ciudad en un buque ruso. La ciudad terminó cayendo y a partir de este hecho, las fuerzas separatistas lograron controlar rápidamente el resto del territorio de Abjasia, expulsando a la mayoría de las comunidades de origen georgiano. Se estima que más de 10.000 murieron durante el conflicto y entre 250.000 y 300.000 debieron huir de Abjasia.

En diciembre de 1993, los líderes georgianos y abjasios firmaron un acuerdo de paz con la mediación de Naciones Unidas y Rusia. En junio de 1994, las fuerzas de paz de la Comunidad de Estados Independientes compuestas sólo por soldados rusos entraron en Abjasia y meses después lo hizo la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Georgia.

Pero la limpieza ética y las atrocidades contra los georgianos no acabaron. Unos 1.500 georgianos fueron asesinados tras el acuerdo de paz y el 14 de septiembre de 1994, a través de la televisión, los mandatarios abjasios ordenaron la expulsión de todos los georgianos.

El 30 de noviembre de 1994 fue firmada una nueva Constitución reafirmando la independencia de Abjasia. Esta independencia sólo fue reconocida con un apoyo informal por Rusia. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados acusó a las milicias abjasias de asesinatos y torturas de docenas de refugiados. Pero a pesar del embargo sobre la región, Rusia decidió otorgar su apoyo militar y económico al nuevo gobierno abjaso.

En 2006, tropas georgianas entraron en Abjasia y establecieron su dominio sobre la zona de la Alta Abjasia, pero fueron expulsadas del territorio de Abjasia tras la intervención militar de Rusia después del estallido de la segunda guerra de Osetia del Sur en agosto de 2008, siendo apoyada su independencia por voluntarios abjasos. Finalmente, Abjasia y Osetia del Sur serían reconocidas por Rusia y otros cinco estados, y con el rechazo de Estados Unidos, la Unión Europea, la OTAN y la comunidad internacional en general.

Hay diversas propuestas para lograr una solución a la situación en Abjasia. El gobierno de Abjasia está abierto a propuestas que varían desde un reconocimiento absoluto a su independencia hasta la integración como miembro asociado a la Federación Rusa, esto último con rechazo por parte de Rusia, aunque al tiempo se ha producido un proceso de entrega de ciudadanía a un gran número de abjasios. La Unión Europea y las Naciones Unidas sostienen que Abjasia debe mantenerse como parte de Georgia y que, en caso de querer independizarse, deberían regresar todos los exiliados georgianos y realizar un referendo. El gobierno de Georgia mantiene la idea de reintegrar Abjasia a su territorio, con diferentes planes para realizarlo, destacando dos: la división de Georgia en siete entidades autónomas con poder sobre políticas económicas y de seguridad interior, siendo competencia del gobierno nacional la defensa y las relaciones exteriores; y una propuesta de república federal, semejante a la formada por Serbia y Montenegro hasta 2006.

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